La escuela me gustaba porque allí era donde convivía con los amigos.

>>i: Bien. ¿Te gustaba la escuela? >>s: Sí, siempre me ha gustado. Yo siempre he dicho que la escuela me gustaba porque allí era donde convivía con los amigos. Cuando yo vivía en mi casa, pues tenía hermanos, pero ya mis hermanos tenían otros pensamientos más adultos y casi no convivían conmigo, y amigos de la calle, vecinos no había de mi edad, entonces donde yo iba y jugaba era en la escuela y por eso me gustó siempre la escuela para convivir con los compañeros de mi edad. >>i: ¿Qué tipo de estudiante eras? >>s: Híjole, que no van a oír mis hijos, no se los vas a poner allí a mis hijos, ¿verdad? En realidad era muy astuto, era muy, no era estudioso, yo era siempre muy inteligente para hacer que otras personas trabajaran por mí, ¿verdad? Que… O sea, yo siempre tenía una mente muy, muy ágil y con lo que el maestro te explicaba y en el pizarrón yo sólo aprendía y con eso pasaba exámenes, casi no era tan matado para hacer tareas. Hacía tareas pues ya las que me exigían, pero biblioteca casi no iba, yo todo lo aprendía de lo que el maestro nos decía y era muy bueno con la, con mi mente para recordar todo lo que decían los maestros y con eso pasaba los exámenes. >>i: ¿Cómo te recordarían tus compañeros? >>s: Pues, yo pienso, me decían el entumido, que era medio flojo para jugar los deportes. [ Risas ] Era medio flojo, pero, pues yo creo me recordaban no muy, no que fuera yo muy popular en la escuela, pero yo era que platicaba con todo mundo, yo no… no le hacía excepción a nadie, yo platicaba con los más feos, con los más guapos, con los más inteligentes, con los más burros. Yo platicaba con todo el mundo en general y yo creo me recordarían porque era el platicador de la escuela, ¿verdad? >>i: Eh… ¿tienes alguna historia favorita acerca de la escuela? >>s: Sí, varias mi hija. Varias historias bonitas. Que este… en la preparatoria creo fue la escuela que más bonitos recuerdos tengo porque pues ahí vacilábamos mucho con los demás compañeros, los… les hacíamos bromas a los maestros, los maestros no que nos tuvieran miedo, pero sí no les gustaba mucho darnos clases porque éramos muy burlones, muy platicadores, muy chistosos, siempre le andamos este… bromeando a los maestros que se agüitaban y nos llevaban siempre cerca de la dirección. Y yo creo que es cuando más me la pasé más suave porque nunca nos metimos en problemas de drogas ni de que nos corrieran, pero siempre andábamos vacilando muy a gusto con la demás gente, ¿verdad?