>>i: que pueda, hasta que ya ellas vayan a la universidad. Una de las cosas que ha hecho últimamente es estar en Facebook como los jóvenes de hoy en día y fue algo bien gratificante para mí que mis compañeros de la secundaria de San Francisco del Oro, en México, me estaban buscando. Habían creado un grupo en Facebook, de esos grupos que se crean y yo era una de las, de las muchas que faltaban. Bueno, me encontraron, me añadí al grupo y fue una sorpresa bien grande encontrar a mis amigos de la adolescencia y a verlos pues todos hechos unos profesionistas, casados, con hijos. Una de mis mejores amigas que fue la que creó el grupo se llama Lupita Dávila. Con ella compartí muchas, muchas cosas, estudiamos juntas en el tecnológico, me quedaba yo en su casa, ella se quedaba en la mía, nos íbamos juntas en la mañana a la escuela, siempre andábamos juntas. Ella fue la que me buscó, me encontró y me añadió. Hoy ella está casada con uno de los que eran nuestros mejores amigos en aquel tiempo, tuvo dos hijos y ella vive en la ciudad de Chihuahua. Ella sí siguió estudiando una licenciatura y es, es licenciada en administración de empresas. Su esposo es un ingeniero en no estoy segura en qué, pero están trabajando allá en Chihuahua uhm… y he tenido la oportunidad de platicar con ella algunas veces y nos reímos de todo lo que hacíamos en la secundaria. Me recuerdo una vez que andábamos con mucha hambre ella y yo, allá en las escuelas no se da comida, y le digo yo ¿Lupita qué vamos a hacer?, todavía nos faltan como cuatro horas para salir, y se nos ocurrió la idea de pedirles de a poquito a diferentes amigos. Entonces íbamos con un amigo o amiga y le decíamos ¿no tienes?, pues en aquel tiempo podrían ser cincuenta pesos, que /span> serían veinticinco centavos, y de esa manera no teníamos que pagarlo porque nadie nos iba a cobrar una moneda. Y fuimos como con veinte personas y juntamos el dinero para el lonche. Y ahora nos reímos bastante ¿te acuerdas Lupita cuando pedíamos de a poquito para juntar para nuestro lonche? Lo hicimos varias veces, varias veces, y ahora nos reímos bastante de como nos las ingeniábamos para poder comer. Este… en ese tiempo cuando teníamos la oportunidad de ir a la casa y regresar, porque vivíamos en un pueblo teníamos que ir a la ciudad a la escuela, pues viajábamos a las seis de la mañana y nos regresábamos a las tres, cuatro de la tarde. Ah… muchas de mis amigas he estado en contacto con ellas, a través del Facebook. Uhm… muchas en contacto con ellas, por teléfono me han dado sus números, y les marco y duramos horas hablando, recordando todo nuestro… nuestra juventud. Una de mis amigas, Lucy, ella se quedó viviendo todavía allí, en San Francisco del Oro, y me gusta mucho que me esté contando y ¿te acuerdas del señor de la plaza?, y ¿te acuerdas del sastre?, y ¿te acuerdas del señor que tenía la tienda?, bueno y la mayoría o ya murieron, o ya están retirados, muy viejitos, pero ah… siempre ella me hace sentir bien al recordar uhm… todo lo de nuestra niñez. Ella es madre de dos niñas, muy lindas sus niñas, que yo me enamoré de ellas cuando las vi en las fotos ah… y tuve la oportunidad de mandarles algo ahora que vino mi papá, porque ellas viven en necesidad. Ah… Lucy es una madre soltera y ha sacado a sus hijos con mucho sacrificio, sólo que yo me sentí un poco conmovida con su historia y quise ayudarla. Uno de mis compañeros vive aquí cerca de