>>i: Gracias. Bueno Lisbeth, usted nos dijo que viene de México, platíquenos de su juventud en México. >>s: De mi juventud en México, todavía soy joven eh, así que voy a platicar de mi juventud en México, pero yo sigo siendo joven. [ Risas ] Yo crecí en la ciudad de Chihuahua, allí nací también, en Chihuahua, Chihuahua, en México, fui la última de siete hijos, y mis padres tuvieron seis mujeres y un hombre, y ahí nací a los seis meses de edad, así que fui prematura, y como fui prematura y en aquel tiempo, aunque no hace mucho tiempo, la tecnología, la prenatal, para los neonatos en el cuidado intensivo era, era muy difícil que un bebé prematuro fuera normal. Ya sea, había el riesgo de, el oxígeno, regular el oxígeno, o sea, que había la posibilidad de que aunque yo creciera, quizás lo más probable es que yo, mi vista no… no estuviera bien, y este… obviamente todos los riesgos de ser prematura, pero Dios tenía su plan conmigo y aquí estoy, estoy viva y… y sin complicaciones. Crecí en la ciudad de Chihuahua aunque era la más chica, yo… he… fue la infancia ideal porque era de jugar en aquel tiempo en México era más fácil salir a jugar después de hacer la tarea y uno salía y jugaba en la calle y todos, las demás mamás que estaban fuera eran como si fueran nuestras propias madres, así que no había ningún problema en cuanto a riesgos de… de que alguien nos llevara o de que nosotros nos perdiéramos o aun si por ejemplo estábamos peleando entre niños, salía la mamá de alguien y decía ustedes deben de portarse bien y cualquier mamá podía disciplinar, no había ningún problema. Y así que tuve una infancia muy, muy agradable porque era muy los juegos que jugábamos y el tiempo que pasábamos juntos y muy poquita televisión, mirábamos las caricaturas de las tres a las cinco nada más dos horas de caricaturas, muy distinto al día de hoy y después era salir a jugar, hasta que las mamás nos hablaban para cenar, bañarse, ir a la cama y otro día empezaba. Y después cuando ya crecí, todos mis hermanos tienen carreras profesionales