Ella es un dulce… pero es como un jalapeño pepper

>>i: Lisbeth, ¿cuál es su experiencia como madre? >>s: Muy poca. [ Risas ] No, estoy bromeando. Mi experiencia como madre fue la siguiente uno es madre, ya sea que esté preparada o no, la verdad es que no hay libro que pueda prepararlo a uno para ser padre, el bebé viene y el bebé viene, y el bebé lo hace a uno padre, pero uno aprende a ser padre o madre, mientras uno va caminando, porque las experiencias son distintas y cada niño es distinto, por eso es que yo no creo en los libros que digan cómo educar a sus hijos. Porque sí es verdad que hay ciertos principios que uno puede aplicar, pero uno no puede asumir que el niño va a contestar de la misma manera, por ejemplo mi niña mayor, Yanesa, se parece mucho a su papá, mucho, mucho, es más fácil para mí hacerla llorar nada más viéndola, que decirle algo, porque es… es muy tierna, es como su papá. Mi segunda, Eliana, es más como yo, es un dulce, pero es como un, un jalapeño pepper. Cuando Yanesa tenía dos años, me contestó, que yo le pedí que hiciera algo y ella me dijo algo así como mami. Entonces yo me le quedé viendole y le digo Yanesa, no me hables así, no me hables así hija, porque cuando me hablas así, me duele aquí, con el corazón. Ay las lágrimas mami no perdóname yo, yo no quise, yo no quise, yo no quise que tu corazón se sintiera mal mami. Y es todo, es todo lo que necesitaba hacer con Yanesa, el sólo hecho de que me estés haciendo sentir mal, suficiente para ella y jamás volvió a hacerlo, luego bien es uno piensa pues esto funciona muy bien, lo voy a usar con la otra, cuando tenga necesidad. Igual yo creo que Eliana tenía dos años y medio y, igual, la misma situación, que contesta, me contesta algo así, y le digo Eliana no me hables así hijita, porque cuando tú me hablas así me duele en mi corazón, es como si se rompiera mi corazón. Y me dice Eliana oh mummy, don ‘t be silly. [ Risas ] Por eso les digo, no… no funciona decirle a uno lo mismo que a otro, las dos son especiales, pero las dos son diferentes y las dos son buenas niñas.