>>s: Y ahora, digamos en el aprendizaje en inglés, cada uno tiene que ah… digamos ser recursivo. Recuerdo que el primer trabajo que tuve era en una estación de gasolina, que era de full service que dicen aquí y era fácil, o sea no tenía mucho problema con el idioma, excepto cuando llegaban clientes ya mayores, o sea señores o señoras de una edad y ellos conversaban, o sea me contaban historias y en una ocasión recuerdo que un señor me dijo algo y yo me, yo le sonreía ah qué bien, qué bien, oh that ‘s so good. Y él puso una cara horrible. Yo creo que me había dicho que se le murió la esposa, yo no sé qué me había dicho, pero yo nada más como no entendía le dije ah qué bien. O sea, a veces, sobre todo en los primeros, tal vez como los primeros seis meses que, o sea yo no tenía idea, pero nunca, nunca digamos lo reconocía no yo no entiendo inglés. Nada más hacía lo posible por entender lo que pudiera y tratar de aprender en la misma conversación. La otra cosa que era superdifícil en ese trabajo era que además de poner gasolina vendían cigarrillos y aquí en este país hay como cincuenta mil marcas distintas de cigarrillos y cuando me pedían marcas, yo no tenía idea qué querían entonces tenía que decirles que me señalaran cual, cual marca querían. En Colombia hay tres o cuatro marcas de cigarrillos y ya. Pues, claro, de todas maneras fue un ejercicio muy intenso de aprender a afinar el oído, de aprender a, a reconocer la diferencia de los sonidos nada más con los nombres de los cigarrillos. ¿Qué más me ha pasado así con el idioma? Bueno, cuando tuvimos nuestros