>>s: Vivía muy a gusto, ganaba muy buenos centavos en el ordeñe yo. En esos años ah… a mí me pagaban dieciocho… dieciocho pesos por semana. Pero era trabajar sa… ahí no había domingos ni sábados, era puro trabajar. Pero se me ha ido, pues, que, a la una de la mañana y después ya para las siete y ya estaba libre para ir a platicar con los amigos y todo eso. Eh… me iba a mi casa, estaba con mi abuelita. En ese tiempo no había relojes, no teníamos pues nosotros, ni hielera, ni nada. Pero mi mamá como no podía andar muy bien, estaba un poco parali… ah… me decía cuando llegaba yo, en la mañana, como a las siete, me decía almuerce mi hijo y sáqueme un rato afuera. Ya sabe, está muy alto para salir, no puedo salir. La sacaba y se sentaba allá afuera. Y me decía ella, me decía, decía ¿a qué hora se va a ir mi hijo? Y le digo mire cuando venga la sombra aquí me habla, porque me tengo que ir otra vez a ordeñar, en la tarde. Que venía siendo como la una o las dos que iba otra vez a trabajar en la ordeña. Y terminaba el trabajo de la ordeña como a las cinco ya libre, ahora sí ya, hasta la una de la mañana era libre, o sea. Y me iba a platicar con mis amigos y todo. Y muchos mira, allá viene el ordeñador, hijo, dice, él como tiene centavos, decía. Y luego le decía el otro pues ¿que no lo ves como trabaja, para tener centavos? Pues sí, dice, sí trabaja mucho. Y míralo aquí está muy a quitar la pena platicando y todo, dicen. Y ahorita se va a ir con la mamá a cuidarla otra vez. Yo llegaba, mi mamá no podía andar muy bien. Pero siempre cuando llegaba me decía va a traer tortillas y tráigame esto y esto y ahorita le doy cena mi hijo, ándele. No, ya para las cinco ya había cenado y todo. Me iba todo el rato a la esquina a platicar con los amigos. Y yo regresaba ya como siete y media u ocho entonces ya a dormir luego, luego porque no había luz eléctrica ni nada, así que se acostaba uno muy temprano. Se metía el sol y nos metíamos a dormir todos. Eso fue nineteen… sí, pues nineteen forty-one, nineteen thirty-eight empezó eso, eh… nineteen thirty-eight.