>>i: ¿Me quiere platicarme más de la guerrilla? >>s: Oh, ¿tú quieres saber cómo empezó o qué? >>i: Sí. >>s: Bueno, la guerrilla fue algo qué sé yo, estaba bastante pequeña cuando inició eso, yo no más oía decir, porque yo nunca conocí la… donde yo me crecí, no había televisión, como no había luz. Esta… yo me crecí, nunca teníamos radio, o sea, no escuchaba noticias, pero cuando yo ya tuve conocimientos, lo que me dijeron a mí fue de que… esta… fue como una pelea entre ricos y pobres, ¿verdad? Esta… o sea, los, los pobres peleaban con los ricos, porque los ricos decían ellos que los, los… las tierras no se las daban para trabajarlas y hacían muchas injusticias con ellos, y dicen que empezaron haciendo como manifestaciones, los pobres hacían manifestaciones en contra de los ricos, y bueno y las fuerzas armadas se metió y ya empezaron, porque hacían desorden, hacían desorden, entonces, las fuerzas armadas empezó a tratar de poner el orden, porque ellos estaban haciendo desorden. Y entonces ya empezaron a pelear, este… empezó con gente campesina, gente pobre y muchos universitarios se involucraron en eso, pero lo triste fue que ya después, dejó de ser eso, ya se volvió una guerra, porque ya metieron manos otros países. Ya llegó gente de Nicaragua, gente de Cuba, que llegaba a pelear allá al Salvador. Yo estaba pequeña, pero tendría quizás como unos diez, doce años, cuando empezó la guerra, y, pero yo miraba… muchas veces, yo iba a la escuela y miraba que las mujeres muy bonitas, con sus pantalones bluyines, sus mochilas y su fusil en la mano. Y bueno, esta… ellos ah… decían que ellos… una vez una señora, ella dijo que ella era de Cuba, otros decían, que eran de Nicaragua, entonces, ya empezaron a meter mano otros países, y ya dejó de ser un simple movimiento y ya empezaron a matarse unos con otros, y fue algo tan horrible, porque murieron miles de personas inocentes, esta, y pues, y nosotros que éramos el pueblo, que no nos metíamos ni con la guerrilla, ni con la fuerza armada, o sea, cuando llegaba la guerrilla, pues teníamos que escucharlos, porque no nos quedaba de otra. Llegaba la fuerza armada, lo mismo, pero nosotros éramos neutrales, o sea, no nos metíamos con nadie, pero mucha gente así inocente murió, ah… fue horrible, violaron tantas jovencitas y las mataron no más, porque ellos querían hacerlo. Fue feo, pero por gracia de Dios a mí nunca me tocaron un dedo, nunca. Siempre Dios me cuidó.